- La Constitución Política de la Monarquía Española, también conocida como constitución de Cádiz o Constitución española de 1812 (19 de marzo de 1812).
- Los Elementos constitucionales, elaborados por Ignacio López Rayón (30 de abril de 1812[1] y dados a conocer el 4 de septiembre de 1812).[2]
- El documento "Sentimientos de la Nación" de José María Morelos y Pavón (14 de septiembre de 1813).
- El Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana (22 de octubre de 1814).
- El Reglamento provisional político del Imperio mexicano (18 de diciembre de 1822).
- El Acta Constitutiva de la Federación Mexicana (31 de enero de 1824).
- La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 (4 de octubre de 1824).
- Las Bases para la nueva Constitución y Leyes constitucionales, conocidas como Siete Leyes o Constitución de 1836 (23 de octubre de 1835 y 29 de diciembre de 1836).
- Las Bases Orgánicas de la República mexicana de 1843 o Constitución de 1843 (12 de julio de 1843).
- El Acta de reformas de 1847 y el Acta constitutiva y de reformas de 1847 (5 de abril y 21 de mayo de 1847).
- La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857 (5 de febrero de 1857).
- El Estatuto provisional del Imperio Mexicano o Constitución de 1865 (10 de abril de 1865).
- El Programa del Partido Liberal Mexicano de 1906 (1 de julio de 1906).
Venustiano Carranza, en su carácter de primer jefe del Ejército Constitucionalista, convocó en diciembre de 1916 al Congreso Constituyente para presentar un proyecto de reformas a la Constitución de 1857. El documento sufrió numerosas modificaciones y adiciones para ajustarse a la nueva realidad social del país. El Congreso Constituyente contó con diputados de todos los estados y territorios del país, con excepción de Campeche, Quintana Roo. Estuvieron representadas ahí diversas fuerzas políticas: loscarrancistas o "renovadores", como Luis Manuel Rojas, José Natividad Macías, Alfonso Cravioto y Félix F, Palavicini; los protagonistas o "radicales", como Heriberto Jara, Francisco J. Múgica, Luis G. Monzón, y también los independientes.
La nueva Constitución incluía una gran parte de los ordenamientos de la de 1857, especialmente lo referente a los derechos humanos, aunque ya no los menciona como tales, sino que alude a las "garantías individuales". Esto se debe a que los redactores del nuevo ordenamiento quisieron reducir o simplificar el texto de la Constitución de 1857, que era más claro, textualmente establecía: "Art. 1. El pueblo mexicano reconoce, que los derechos del hombre son la base y el objeto de las instituciones sociales. En consecuencia, declara: que todas las leyes y todas las autoridades del país, deben respetar y sostener las garantías que otorga la presente Constitución".
Los argumentos que expuso Venustiano Carranza demuestran que sí tenía clara la distinción entre derechos y garantías, como se puede observar en su discurso/exposición de motivos que leyó la tarde del viernes 1o. de diciembre de 1916. Es mucho lo que dice al respecto, pero una sección ilustrativa es: "la Constitución de 1857 hizo la declaración de que los derechos del hombre son la base de todas las instituciones sociales; pero, con pocas excepciones, no otorgó a esos derechos las garantías debidas".
Por otro lado, en cuanto a la parte orgánica de la Constitución, la forma de gobierno siguió siendo republicana, representativa, demócrata y federal; se refrendó la división de poderes en Ejecutivo, Judicial y Legislativo, si bien este último dejó el unicameralismo y adoptó la división en cámaras de Diputados y Senadores.
Se ratificó el sistema de elecciones directas y se decretó la no reelección, suprimiendo la vicepresidencia y dando mayor autonomía al Poder Judicial y más soberanía a las entidades federativas. En este marco se creó el municipio libre, y se estableció un ordenamiento agrario en el país relativo a la propiedad de la tierra. Entre otras garantías, la constitución vigente determina la libertad de culto, la enseñanza laica y gratuita y la jornada de trabajo máxima de 8 horas, y reconoce como libertades las de expresión y asociación de los trabajadores.
Pese a sus cambios, la nueva Constitución dejó intactos algunos posicionamientos consagrados en la anterior Constitución, algunos de ellos relativos al Poder Judicial (véase: fórmula Otero). Una vez hechas tales modificaciones, el documento constitucional se promulgó el 5 de febrero de 1917 en el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro.
Partido Nacional Revolucionario (PNR) es el nombre con el que se fundó el actual Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, que gobernó el país desde su fundación en 1929 hasta 2000. Con su aparición, el PNR logró conglutinar a prácticamente todas las fuerzas políticas del país. Con ello, la etapa de los caudillos revolucionarios llegó a su fin, inaugurándose a partir de allí el partido de Estado por excelencia. En lo subsecuente, al interior de este partido único se habría de dirimir toda discrepancia en el uso del- y acceso al poder. Su fundador es Plutarco Elías Calles.[1]
El Milagro Mexicano es un periodo de la historia contemporánea de México, transcurrido entre 1940 y 1970 que se caracteriza por la aplicación de una serie de reformas económicas y sociales por parte del Estado, para desarrollar el mercado interno y la industria principalmente. En este periodo se crean las instituciones políticas y sociales más importantes del país. Su máxima expresión fue en el Desarrollo estabilizador, época en que Antonio Ortiz Mena estuvo a cargo de la Secretaría de Hacienda. Durante esta época se dio el famoso 12.50 el Dólar, lo que demostró la estabilidad de México, que duró más de veinte años. Este periodo inició en la Segunda Guerra Mundial, en la que México enviaba materias primas a los Aliados, y a cambio recibía maquinaria y tecnología. Otro antecedente fueron las políticas y estabilidad del gobierno de Lázaro Cárdenas. El milagro mexicano acabó con el inicio del gobierno de Luis Echeverría.
El muralismo es un movimiento artístico mexicano de principios del siglo XX que se distingue por tener un fin educativo, el cual se consideró esencial para poder lograr unificar a México después de la revolución. Gran parte de estos artistas, debido al contexto que se vivía en la post-revolución, tuvieron una gran influencia de las ideas marxistas por eso, a través de los murales se proyectó, la situación social y política del México post-revolucionario.
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